Foto: Antonio Vellido
Nuria Román es una artista multidisciplinar que concibe el arte como forma de vida y como un gesto de reparación simbólica. Su práctica une territorio, memoria y comunidad a través de esculturas e instalaciones que utilizan piedra, metal, fibras y madera en diálogo con la naturaleza y la geografía. Cada obra nace del contexto y de la colaboración con las comunidades locales, activando procesos de reflexión compartida y proponiendo el arte como herramienta de transformación colectiva.
Formada en Diseño de Interiores y Escenografía en el Instituto Artístico de Enseñanza de Madrid, y con estudios en Historia del Arte, ha desarrollado su trayectoria entre España, Holanda, Estados Unidos y México. En Los Ángeles (1994–1997) consolidó un diálogo internacional con nuevas estéticas ligadas al cuerpo, el espacio y la comunidad. Desde 1997 vive en Menorca, donde su práctica se volcó hacia procesos más orgánicos y colaborativos. El contraste entre la vida insular y las grandes ciudades como Nueva York o Ciudad de México se ha convertido en motor de inspiración y reflexión constante.
Su proyecto más emblemático es Latitud 40º —Coser la Tierra— (2012), una plataforma internacional de arte contextual que plantea intervenciones simbólicas a lo largo del paralelo 40º para visibilizar y reparar fracturas sociales, medioambientales y culturales. Este trabajo ha conectado Menorca con territorios como Cerdeña, Madrid, Nueva York y México, consolidándose como una de las líneas principales de su obra.
Ha presentado su trabajo en espacios como el Museo de Menorca, el Centro de Historia de Zaragoza, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Tess Gallery en Nueva York, la Galería Lluc Fluxà en Palma, el Centro de Arte LOAC en Alaior o el Festival Asalto de Zaragoza. En 2024 recibió el Premio LAB Can Oliver – Un puerto con estrella, en reconocimiento a su capacidad de articular el arte como gesto de memoria, encuentro y reparación simbólica.
Su obra forma parte de colecciones públicas e institucionales, entre ellas La Aguja de la Giganta (Consell Insular de Menorca, 2023), Minerva (Ayuntamiento de Maó, 2019), El Ojo de la Giganta (Es Castell, 2012) o Madres e Hijas(Consell Insular de Menorca, 2000).
Actualmente trabaja entre Menorca, Nueva York y México, desplegando una práctica que se expande como una costura global, invitando a imaginar nuevas formas de habitar el mundo: más sensibles, más conscientes, más unidas.
Hay caminos del arte que están sin explorar, hay que tratar de abrir esos nuevos caminos.
Creo en el Poder del Arte como herramienta para transformar y comunicar. El Arte debe ser algo cotidiano, cercano y popular . Se debe hacer arte igual que se hace pan cada día. El arte tiene la capacidad de abrir caminos, unir diferencias y despertar al entendimiento.
Lithica 2012
